Perú enfrenta riesgo de quintuplicar el costo de la electricidad por agotamiento de gas en Camisea

El Perú se encuentra ante un escenario energético complejo. De no activarse nuevos proyectos de exploración de hidrocarburos, el país podría ver cómo el precio de la electricidad se multiplica hasta por cinco en la próxima década, debido al progresivo agotamiento de las reservas de gas natural en Camisea.

La advertencia fue expuesta durante el foro “La urgencia de explorar hidrocarburos: el futuro energético del Perú en riesgo”, organizado por la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, GELA y Perupetro. En el evento se presentaron proyecciones según las cuales el costo de generación eléctrica, hoy en torno a 20 dólares por MWh gracias al gas local, podría elevarse a 103,12 dólares por MWh en un escenario conservador con gas importado. En un panorama más crítico, el costo alcanzaría 154,68 dólares por MWh.

Actualmente, cerca de la mitad de la electricidad nacional proviene del gas natural y la otra mitad de fuentes hidroeléctricas. La necesidad de importar gas natural licuado no solo encarecería las tarifas, sino que pondría en riesgo la competitividad de la industria y el presupuesto de los hogares.

Las consecuencias irían más allá del costo de la electricidad. Proyecciones de GELA estiman que el precio del gas residencial podría aumentar entre 60 % y 120 % en los próximos años, mientras que las regalías de gas y sus líquidos se reducirían un 55 % entre 2025 y 2046. A ello se sumaría una caída del 54 % en regalías petroleras en el periodo 2034–2046. El canon y el Fondo Camisea, que hoy sostienen buena parte del gasto regional, también podrían caer hasta en 67 %, con severo impacto en infraestructura, educación y salud.

El panorama se agrava porque las reservas probadas de gas natural han descendido de 12,9 TCF en 2017 a 7,9 TCF en 2023, una reducción de casi 40 % en seis años. Desde 2013 no se registra un descubrimiento significativo, y las inversiones en exploración han caído de más de 500 millones de dólares en 2014 a apenas 38 millones en 2024.

En el foro, especialistas coincidieron en la urgencia de generar un marco regulatorio estable y atractivo que permita acelerar la exploración, superar trabas burocráticas y atender los conflictos socioambientales que han detenido proyectos en el pasado. De lo contrario, el país enfrentará una dependencia creciente de la importación de gas con efectos directos en el precio de la energía, la recaudación fiscal y la competitividad económica.

La conclusión del evento fue clara: sin una política energética que impulse la exploración de hidrocarburos, el Perú corre el riesgo de entrar en una crisis de suministro en la próxima década, con facturas de electricidad y gas cada vez más elevadas para millones de peruanos.