Los avances en el norte del Perú han sido importantes. ¿Cómo se logró tal desempeño?
En el norte del Perú, hemos alcanzado un gran avance en la masificación del gas natural, que ya viene mejorando la calidad de vida de la población de esa zona del país. Una clara muestra de este progreso es que en la Concesión Norte más de 181,000 hogares, 45 industrias y más de 200 comercios de las ciudades de Chimbote, Chiclayo, Trujillo, Huaraz, Cajamarca, Lambayeque y Pacasmayo ya cuentan con el servicio de gas natural. Por su parte, en la Concesión Piura, a exactamente un año del inicio temprano de operaciones del sistema de distribución, 6,000 hogares de las ciudades de Piura, Talara y Sullana ya cuentan con suministro del recurso.
Este importante avance ha sido posible gracias al trabajo coordinado que hemos realizado con las entidades del Estado, los entes reguladores y las autoridades locales que han brindado los permisos necesarios para la construcción de la infraestructura, a fin de brindar un recurso económico, seguro y amigable con el medio ambienta a la población.
¿Cuánto se ha invertido hasta ahora? ¿Cuáles serían las próximas inversiones?
Las inversiones de las filiales de Promigas en el norte del Perú superan, hasta ahora, los US$ 370 millones. Este monto nos ha permitido brindar un servicio confiable a los sectores residencial, comercial, industrial y vehicular. De ese total, en la Concesión Norte registramos una inversión ejecutada mayor a los US$ 220 millones, de los US$ 254 millones comprometidos para las obras en las siete ciudades.
Mientras que, en el caso de Piura, la inversión ejecutada supera los US$ 120 millones, de los US$ 237 millones comprometidos. A estos montos se suman más de US$ 27 millones ejecutados por Promigas Perú para la comercialización de GNC al sector industrial y vehicular del norte del país, y el fortalecimiento de la capacidad de almacenamiento.
Para los próximos meses del 2022, tenemos planificado ejecutar una inversión de US$ 40 millones, de los cuales US$ 9 millones serán para la Concesión Norte, US$ 28 millones para Piura y US$ 3 millones para la infraestructura de comercialización. En el primer caso, la inversión será destinada a conectar al gas natural a 20,000 hogares adicionales, y a 9 industrias de los sectores pesca, manufactura y cerámicos. En Piura, la inversión nos permitirá habilitar con el servicio de gas natural a 4,000 viviendas y a 10 nuevas industrias, y construir redes polietileno.
Dado los resultados obtenidos, ¿qué representa las dos concesiones del norte del Perú para el proceso de masificación de gas natural en el Perú? ¿Pueden ser una referencia para el futuro de la masificación?
Las concesiones Norte y Piura son un claro ejemplo de que con determinación y un trabajo coordinado de todos los actores es posible lograr la masificación de gas natural en el Perú. En esa línea, ambas concesiones pueden ser consideradas como una referencia para el futuro del gas natural en el país, pues en pocos años de trabajo han beneficiado a miles de familias peruanas.
Un claro ejemplo de ellos es que, actualmente, en la mayoría de las ciudades de la Concesión Norte ya hemos superado la meta del primer plan de conexiones, que concluye a mediados del 2023, y en las otras ciudades estamos por
encima del 95%. En Piura, que se encuentra en la etapa temprana de operaciones, también estamos superando ampliamente nuestros compromisos y estamos próximos a conectar a los primeros hogares en ciudades de Sechura y Paita. En Promigas Perú y Quavii trabajamos constantemente para ampliar el alcance de nuestras operaciones.
Considerando que han enfrentado dificultades en Piura debido a una sentencia judicial. ¿Qué retos ven en la masificación en Perú?
El caso específico del proceso judicial es promovido por una empresa que incumplió sus compromisos con el Estado peruano mientras estuvo a cargo de una fallida concesión en Pariñas y ha generado una serie de trabas al desarrollo regional durante los últimos 20 años, debido a que antepone sus intereses por encima del bien común. Esta empresa tampoco ha evidenciado capacidad técnica ni respaldo financiero para llevar gas natural a la región Piura, donde Gasnorp actualmente beneficia a 24,000 personas con el servicio público del gas natural.
Por otro lado, el principal reto es a superar es la incertidumbre en el sector. En los últimos meses se han observado frecuentes cambios de funcionarios de Gobierno que restan continuidad a los planes y, además, ponen en riesgo mantener un marco regulatorio estable, que permita promover la inversión privada en beneficio de la población. En ese sentido, para que en los próximos cinco años se pueda seguir ampliando la cobertura e incluso duplicar el número de beneficiados, es indispensable el apoyo de todos los niveles del Estado, a través de políticas claras y estables que permitan un mayor desarrollo de la infraestructura de gas natural.
¿Cuál es su valoración sobre el papel que puede desempeñar el FISE en la masificación?
Respecto al papel del FISE, como lo hemos afirmado anteriormente, se trata de una herramienta fundamental para lograr un mayor impulso de la masificación del gas natural en el país, debido a que cuenta con los recursos necesarios para llevar el servicio de gas natural a más hogares. Un claro ejemplo de ello será la próxima firma de convenios entre el MINEM Y Gasnorp para ejecutar los proyectos de nuevas redes de distribución de gas natural en tres localidad de Piura: el centro poblado La Tortuga y en los distritos de La Brea–Negritos y El Alto (Talara), las cuales no estaban incluidas en el plan inicial de cobertura.
Considerando la experiencia de la empresa en el Perú, ¿cuáles serían las modificaciones más importantes en el esquema de la masificación que tenemos actualmente?
Una necesidad específica e inmediata es garantizar que las tarifas de gas natural en el Perú sean competitivas, a fin de lograr una mayor masificación. Para lograr ello, consideramos favorable implementar una tarifa nivelada nacional para atender una mayor cantidad de usuarios, sobre todo a familias de bajos recursos, y generar condiciones más atractivas para el desarrollo industrial.
La tarifa nivelada brindaría equidad en el acceso a la energía, promovería la descentralización y generaría mayor competitividad regional. Un paso fundamental para alcanzar este objetivo es que el pleno del Congreso debata y promueva pronto el proyecto de ley 679, que incluye medidas para impulsar la masificación del gas natural.