En esta entrevista Alejandro Hermoza, vicepresidente de Sostenibilidad de Compañía de Minas Buenaventura, nos cuenta detalles de la gestión de esta importante empresa minera para afrontar los desafíos que plantea la nueva normalidad post Covid-19.
Así también nos comenta sus percepciones sobre el I Congreso de Competitividad Minera y Sostenibilidad Social, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), que se realizará del 12 al 16 de octubre del 2020.
¿Cuáles son sus expectativas sobre este I Congreso de Competitividad Minera y Sostenibilidad Social?
Pienso que es una excelente oportunidad para generar un espacio de debate que nos permita discutir acerca de los retos que tiene el sector minero para consolidarse como palanca de desarrollo sostenible del país. Es un acierto convocar a este congreso, no solo a los líderes del sector, sino también a gobernantes de las regiones así como representantes del sector público y de la academia. Abordar conceptos como sostenibilidad y desarrollo así como el de valor compartido y discutir sobre las condiciones necesarias para impulsar el crecimiento económico del país es fundamental en esta coyuntura en la que todos los actores de la sociedad estamos trabajando unidos para salir adelante y superar estas crisis sanitaria sin precedentes.
¿Han variado las políticas de gestión social a raíz de la pandemia del Covid-19?
Las políticas en sí no han variado, los principios siguen siendo los mismos: transparencia, respeto y, sobre todo, “Responsabilidad Social Compartida”. Las empresas mineras somos un actor importante en las regiones donde operamos y como tal somos testigos de excepción de los retos que esta crisis originada por la pandemia ha planteado en las zonas más alejadas y altoandinas de nuestro país. Ello nos ha llevado a reenfocar nuestra gestión social al nuevo contexto que estamos viviendo. En ese sentido, la salud y la lucha contra el Covid-19 se convirtieron en la principal plataforma de relacionamiento.
Estamos trabajando juntos -empresa, autoridades y comunidades- en la protección de la salud de nuestros colaboradores y de las poblaciones de nuestro entorno en las ocho regiones del Perú en las que estamos presentes.
También hemos fortalecido los canales de coordinación con las autoridades locales, con quienes estamos colaborando activamente a través de los puntos de control sanitario de los centros poblados aledaños a nuestras unidades mineras. De manera complementaria, venimos brindando capacitaciones y entregando insumos de bioseguridad, entre otros aportes.
Es importante precisar que hemos asumido el reto de adecuar nuestra estrategia de relacionamiento en línea con las especiales circunstancias que estamos viviendo, utilizando ahora herramientas virtuales para mantener las relaciones de cordialidad y apertura con autoridades y líderes.
Si bien ha sido un reto mantener la relación con las comunidades vecinas en esta nueva coyuntura de aislamiento social, el hecho de haber apostado siempre por la comunicación permanente y la transparencia con nuestros vecinos ha hecho que este proceso se pueda desarrollar con mayor fluidez.
¿De qué forma ha apoyado Buenaventura a las comunidades de su entorno en sus proyectos y operaciones en el marco de esta pandemia?
A la fecha, Buenaventura ha donado más de 60 mil productos de bioseguridad, más de 20 toneladas de víveres de primera necesidad, así como 1,600 kilogramos de semillas y más de 650 galones de combustible. Además, apoyamos en el traslado de los pobladores a sus regiones, la dotación de pruebas rápidas y materiales médicos para las autoridades de Salud, y hemos trabajado con la Pontificia Universidad Católica del Perú en el desarrollo de ventiladores mecánicos.
Cabe destacar que, a mediados del mes de mayo, entregamos una moderna planta generadora de oxígeno al Ministerio de Salud, a través del Comando COVID-19, la cual ha sido instalada en el Hospital de EsSalud de Iquitos, donde viene atendiendo a pacientes críticos. Este equipo está brindando 30 metros cúbicos de oxígeno medicinal por hora, lo que permite atender a cientos de personas afectadas por la pandemia.
Adicionalmente, hemos aportado 10 balones de oxígeno de 6 metros cúbicos de capacidad para otros hospitales de Loreto, entre otros aportes para las regiones en las que tenemos presencia.
¿Qué avances se tienen respecto a la consulta previa del proyecto minero San Gabriel?
San Gabriel es un proyecto de minería subterránea de oro y plata, ubicado en el distrito de Ichuña, provincia de Sánchez Cerro, región Moquegua. Como empresa hemos cumplido con todos los requisitos para iniciar nuestras actividades de construcción. Tenemos un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) aprobado desde marzo de 2017, las poblaciones del entorno nos han acogido y existe una relación armoniosa y de buena vecindad.
Además, hemos generado beneficios a través de la negociación de terrenos superficiales y convenios de cooperación que se incrementarán con el inicio de la construcción y eventualmente con la operación.
Actualmente, estamos pendientes de los avances que pueda tener el Ministerio de Energía y Minas, que es el encargado de ejecutar el proceso de consulta previa bajo la dirección técnica del Ministerio de Cultura. Tenemos entendido que hay una coordinación estrecha entre ambos ministerios para adecuar sus procesos informativos y de consulta a las restricciones propias del contexto COVID-19.
Afortunadamente existen mecanismos que pueden ayudar a que las comunidades tengan acceso y participación activa en este proceso. Esperamos que se concreten los talleres informativos que sabemos se han programado para el mes de agosto -que son parte de la etapa 4- y que el proceso culmine en este trimestre, con el fin de iniciar la construcción del proyecto. San Gabriel va a permitir dinamizar la economía local del distrito de Ichuña que tanto lo necesita en estos momentos.
¿Qué propuestas o avances ha tenido Buenaventura respecto a la gestión del agua que han impactado en las comunidades del entorno de sus proyectos u operaciones?
Uno de los ejes centrales de nuestra gestión ambiental responsable es el cuidado de la cantidad y calidad del agua. Por ello, buscamos priorizar su recirculación y reutilización, especialmente en los procesos metalúrgicos, obteniendo como resultado la recirculación del 94% de la cantidad de agua utilizada en nuestras operaciones de tajo abierto y 84% en las subterráneas.
Además, implementamos políticas para la generación de activos ambientales que benefician de manera importante a la población de nuestro entorno y a las actividades agropecuarias. Es por ello que contamos con embalses para almacenar agua en época de lluvia, la cual se emplea en temporada de sequía. Contamos con una capacidad de almacenamiento de aproximadamente 120 millones de metros cúbicos de agua al año en 13 reservorios.
Un aspecto muy importante dentro de nuestra gestión ambiental es el trabajo conjunto con los Comités de Monitoreo Participativo. Estos comités se han convertido en elementos sustanciales para construir un clima de confianza con las poblaciones y comunidades del entorno. En este esfuerzo, solo durante el año 2019, hemos trabajado con 13 comités de monitoreo de calidad de agua, conformados por pobladores y autoridades locales previamente capacitadas, con quienes hemos llevado a cabo 34 monitoreos participativos.
Fuente: I CONGRESO COMPETITIVIDAD MINERA Y SOSTENIBILIDAD SOCIAL